Este caso es muy curioso debido a la poca frecuencia (yo, en 16 años es la primera vez que me lo encuentro) y la baja incidencia con la que se suelen llegar estos casos a la consulta de un podólogo.
Os pondré en antecedentes, hace unos días llego a nuestra consulta de podología de El palmar una una niña de 10 años, antes de comenzar a realizar una exploración, nos cuenta que acude a consulta porque le han salido «dos callos» en los dos pies, casi a la vez desde hace más de 6 meses, ya con cirugía programada. La madre me la trae para ver mi opinión acerca de la cirugía, es importante recordar que en el mundo del píe, el podólogo es el especialista.
En la anamnesis todo es normal, ningún antecedente de interés. En actividades y/o deportes la niña me dice que hace karate.
Al descalzarse veo esto:
Cual mi asombro cuando veo dos lesiones bilaterales, simétricas y del mismo tiempo de evolución, es una patología difícil de encontrar. Al deslaminar me encuentro con dos verrugas plantares.
Dos verrugas plantares, bilaterales y simétricas… Pero ¿como?, con lo difícil que es, sobre todo la simetría de la lesión.
El tratamiento, el habitual en estos casos, evitamos la cirugía, y la evolución adecuada, en 4 sesiones, ni rastro de las verrugas.
Este caso me ha parecido interesante por la baja incidencia del mismo y por la única explicación lógica que yo encontré, después de pensarlo mucho. Al repasar la anamnesis me di cuenta de la actividad que realizaba y empece a pensar y a buscar alguna posición que me pudiera justificar esto. Hasta qué la encontré: planta con planta, esta posición repetida, probablemente fue la que provoco la aparición y localización de las verrugas.
Espero que os haya gustado este extraño caso.