Hola a todos, al ser este mi primer post no se cómo se dará. En primer lugar me presento, me llamo Verónica, llevo trabajando más de 13 años como podóloga, de los cuales 12 al frente de una consulta propia. Los post de este blog estarán basados en los casos más curiosos y/o interesantes que vayan llegando. Ya que es una consulta integral cada semana intentare mostrar algún caso diferente, quiropodología, ortopodología, tratamientos de papilomas, plantillas… En fin, compartir con vosotros un poquito del día a día de las clínicas.
El caso que os presento hoy, me ha resultado muy interesante para comentar, no por el caso en sí, sino de cómo un diagnóstico correcto, además de resolver un problema te puede evitar hasta una cirugía.
Una paciente que llega a la consulta por un problema de Onicocriptosis (uña encarnada), realmente venía a cortarse las uñas por que iba a entrar al quirófano para que le «arrancarán» la uña del primer dedo, nada que decir de esta práctica tan extendida de escasos resultados en este problema, pero eso es otro tema.
Centrandome en el caso, mujer de 74 años, diabética más de 20, insulinodependiente unos 8 años aproximadamente con HTA controlada, que llevaba más de 4 meses siendo tratada por su centro de salud con antibioterapia oral, derivada al cirujano de zona. La señora venía con muchísimo dolor, lo primero que hacemos, además de tranquilizarla, es limpiar bien la zona, y procedemos al examen de la uña.
Observo el estado general del pie, también presenta signos de encarnamiento en el otro dedo, procedo al tratamiento.
Recorto la uña cuidadosamente, sin lesionar la piel adyacente. Con el bisturí retoco el canal ungueal dañado, abro partes blandas para asegurar que no queda ningún resto ungueal, esquirla o algún pequeño heloma periungueal, una vez asegurada la limpieza del canal, sin limpiar la zona externa del canal, porque lo único que haría es dañarla aún más, y todo eso suele desaparecer, (sino en la revisión se retoca), pongo un poquito de algodón, introduciéndolo desde la base a la parte distal, lo que va a permitir a la piel cicatrizar correctamente y no tener la presión de la propia lámina.
Ponemos antibioterapia tópica, y prescribimos dicho antibiótico para que se cure en casa, juntó con pediluvios de agua con sal. Citamos en una semana para ver evolución.
La señora puede andar y palpar el dedo sin ningún tipo de dolor. Explico lo importante de que siga nuestras instrucciones, y más aún siendo diabética.
A la semana recibimos a nuestra paciente, el resultado es óptimo, la uña ha curado perfectamente y la infección a desaparecido. Indico cómo debe cortar sus uñas y citó en un mes para controlar evolución.
Este caso he querido mostrarlo, no sólo por el caso en sí, que puede resultar más o menos interesante, sino por qué muestra como un buen diagnóstico, juntó con un correcto tratamiento es capaz de evitar la entrada al quirófano, con todo lo que ello conlleva, pero este tema lo dejaremos para otro día. Muchas gracias a los que hayáis llegado hasta aquí, significa que no os he aburrido. Gracias y hasta el próximo post. Que paséis una buena semana.